miércoles, 15 de marzo de 2017

Reflexiones de una opositora dolida


Llevas años madrugando y trasnochando para llegar a donde estás ahora, aguantando los típicos comentarios de 'estudiar no cansa', invirtiendo tiempo y dinero para poder llegar a ser lo que siempre has querido ser, trabajando y estudiando porque los opositores también tenemos que vivir de algo.

Inviertes entre 150-250 euros al mes en un preparador, unos 1000-1200 euros en cursos (dependiendo la comunidad) para poder tener los dichosos puntos, inglés, otra carrera, un máster, miles y miles de estudios y de dinero invertido para poder tener el máximo número de puntos.

Te ves con ganas, motivado porque se huele que va ser la mejor oferta de empleo público de los últimos años. Sigues madrugando, 'comiéndote' los temas y a veces incluso un poco la cabeza. Pasa septiembre, octubre, noviembre y tú sigues ilusionado con lo que vendrá. 



Llega enero, febrero y se empieza a oler ese desánimo y ese runrún de sindicatos y consejerías en cuanto a presupuestos, plazos que empiezan a terminarse junto con nuestra paciencia que también se acaba.

Ahora no es momento de echarle la culpa a políticos porque parte de esta culpa es nuestra, como ciudadanos con derecho a voto hemos provocado esta situación. Tras unas fracasadas elecciones, esperamos a otras en las que ha salido prácticamente lo mismo y lo único que ha hecho es retrasar algo tan importante como los presupuestos generales del estado. Por este motivo hay que asumir que en parte esto es culpa nuestra. 

Hemos creado una sociedad a la que le preocupa más salvar a Urdangarín de la cárcel que crear empleo público, que es más importante si llueve en Valencia que médicos, maestros y demás profesionales se queden sin oportunidades, que es mucho más importante que el Barcelona o el Madrid jueguen un partido o incluso que Cristiano Ronaldo vaya tener mellizos. Y ahora de nada vale manifestarse cuando teníamos que haberlo hecho desde un primer momento, ahora de nada vale echar la culpa cuando somos la sociedad del conformismo.

Entonces te das cuenta que este mundo es más duro de lo que te había avisado tu madre, que la preparadora te engaño cuando te decía que esto era difícil porque es más que eso y que a veces el querer no es poder porque hay cosas que no dependen de tu voluntad. 

Te dejas llevar por la desmotivación, el desánimo y decides abandonar y es justo en ese preciso instante cuando te das cuenta que si tu sueño es ser maestro este tiempo invertido no ha sido tiempo perdido, que si no salen oposiciones este año cuando salgan habrá un montón de plazas y que entonces en ese justo momento habrás llegado a donde querías.

Porque al fin y al cabo en eso consta la vida, en superar los obstáculos que aparecen, en hacerte grande ante los pequeños problemas y en darte cuenta que las cosas pasan por algo. Y es ahí donde tienes que plantarle cara al miedo, seguir luchando por tu sueño y plantearte si estás justo donde quieres estar. Entonces tu sueño llegará.




4 comentarios:

  1. Toda la razón del mundo. Un duro camino que ahora mismo solo vemos desmotivación. Pero tal y como dices hay que luchar por nuestro sueño a pesar de que nos encontremos un obstáculo tras otro.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  3. La cuestión es si estás donde quieres estar, porque a pesar de llevar más de 10 años liada con esto, no estoy donde quiero... a cientos de kms de mi casa, teniendo que pasar por esto cada 2 años, viendo como se me pasa la vida estudiando mientras la gente avanza. Mis reflexiones son algo pesimistas hoy y es justo hoy cuando me tengo que replantear mi vida porque me va a costar la salud y eso sí que no puede ser.

    ResponderEliminar
  4. Ánimo linda. Tú vales mucho y saldrás. Toca resistir. Bd

    ResponderEliminar